7 nov 2016

LA TRASTIENDA (un texto que continúa el poema de ayer)

Mi madre me dice que a veces se le encoge el corazón cuando publico un nuevo poema triste porque sabe lo que hay en la trastienda. A mí me gustaría decirle que sí, que estoy triste, pero también quiero recordarle a ella y a todos los que sufrimos por algo, que a menudo el dolor es la antesala también de una nueva vida, que solo quien te empuja te enseña que debes a aprender un nuevo modo de estar en pie, que tal vez lo anterior ya no valía. Lo importante es buscar las armas para que la tristeza sea un paso más del camino y no un modo de abandonarse. Instalarse para siempre en la comarca de la tristeza solo puede convertirte en el mejor de los poetas y yo prefiero seguir vivo, ser un poeta del montón, caer solo cuando sea necesario. Normalmente me suelo quedar unos días allí, a ver qué tiene mi trastienda, a maldecir, a criticarme o a criticar a los otros que me hayan podido dañar. Me quedo unos días allí para que baje la marea. Una vez que baja puedes ver lo que queda en el fondo del mar de la trastienda y entonces tomas nota, apuntas tus errores, o los del otro y tomas cartas en el asuntos según corresponda: o mejoras o aceptas o perdonas o pides perdón o te callas o te vuelves a cagar en su puta madre y sigues adelante. Lo importante es salir de ahí con el ánimo renovado, agradecido de que esa marea, esa tristeza acumulada en la trastienda tenga algo hermoso que enseñarte. Casi siempre suele ser así, aunque a veces cueste llegar a verlo con nitidez, pero tengo suerte, tengo 37, o lo que es lo mismo, muchos años de buen entrenamiento, demasiados paseos a ver qué sucede en la trastienda.

15 comentarios:

Armando Colina dijo...

Dicen que cuando estamos tristes somos mas creativos en cuanto a arte se refiere de hay nace el dicho de que "mientras mas perturbada sea un alma mas hermoso es su trabajo.

Ester dijo...

La tristeza es una buena compañera, solo hay que saberla gestionar. Y las madres siempre tenemos razón.

Raquelilla dijo...

Sea lo que sea lo que te pone triste Marwan espero que pase pronto, mucho ánimo!!

Edson Johan Trujillo dijo...

La tristeza es una dama que nos abraza, se va y vuelve cuando quiere, es como el invierno, solo debes adaptarte a el hasta que se vaya, sabiendo que algun dia volvera.

Animo Marwan eres grande Gracias por tan bellas letras.

Anónimo dijo...

Maravillosas tus letras....hace poquito tiempo que te he descubierto, pero más vale tarde que nunca. Me siento muy identificada contigo y créeme todo pasa. Un abrazo grande

Connor665 dijo...

Me siento identificado con tus escritos Marwan.
En mi caso siempre escribo cuando estoy triste.. una pegajosa tristeza difícil de dejar.

Anónimo dijo...

Duele tanto el dolor...

Anónimo dijo...

Grande Marwan! Ya echaba de menos tus publicaciones en el blog
Gracias por volver.

Stephanie_vk dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Stephanie_vk dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Stephanie_vk dijo...

Yo también medí su cuerpo en besos.
No fué cuestión de amor, era otra cosa.
Era la alegría despertandose antes que yo y saliendo por su boca para darme los buenos días(¡y que buenos!).
Era la rutina perfecta, la más breve y la más intensa, esa con la que me enrredaba en sus sábanas, en las ruedas de su bicicleta, en los viajes sin salir del sofá.
Era apostar por primera vez todo mi salario de besos y atardeceres a una sola carta.
Era la vida en forma de hoja, bailando con nosotros, escalando cojines, pidiendo deseos fugaces a estrellas eternas o al revés, ya me cuesta recordar el curso de los acontecimientos.
Era una llamada en un descanso que sabía a paz. Una tregua en cada una de mis guerras civiles.
No fué amor. Fué sentarse a ver Madrid y ser las vistas.
Fue la sorpresa más inesperada abriéndose en un puente mientras nos descubríamos sentados en un quitamiedos.

Fue aventura, osadía, energía, equilibrios.

Era eso. La descripción de la alegría. El adjetivo que acompaña a la palabra efímero.

Era.


Anónimo dijo...

Bonito :)

gachy dijo...

Marwan hoy te he descubierto y me he quedado leyéndote. Después viajé un poco por mos propias trstezas y luego comtinué leyendote algo máa acompañada.
Me gusta lo que escribes y eso que dice tu madre.

gachy dijo...

Perdón por los errores se tipeo. Este teclado táctil es fatal

Esther dijo...

Ahora mismo me encuentro en ese punto, en el que baja la marea. Pienso, y quiero creer, que no hay mejor maestra que la vida, que te enseña y te llena de lecciones en forma de cicatrices. Y luego, están los poetas como tú que nos curan el alma...