21 mar 2016

La poesía en la era mercantil

A veces siento que la estamos violando.
Quizá yo también. Y me produce sonrojo.
Una de las pocas cosas
que resistía a la sociedad mercantilizada,
que todavía era pura
—o lo era más que el resto de cosas—,
que no se había extendido como un rumor
y se paladeaba con el gusto
con el que se paladean las cosas
que se prodigan poco pero alumbran tu vida,
ha caído, en parte, en la banalidad de la moda.

Se está escribiendo tanto en nombre de la poesía,
sin que mucho de lo escrito suponga un salto de nada,
ni de calidad, ni mortal, ni del corazón, ni del lenguaje,
que temo que estemos violando su nombre todo el rato,
que algo sagrado se esté profanando de modo obsceno,
y lo que es peor, que sea así
—de ahora en adelante— para siempre.

Pero al mismo tiempo algo me dice
que al menos algunos
no viajamos en el tren equivocado,
porque cuidamos las palabras,
porque pensamos en ellas,
nos sentamos a su lado para preguntarles,
tratando de que se sientan a gusto al lado de sus hermanas,
sumando conjunciones, buscándoles la música,
velando para que no se dañen
si se lanzan en plancha sobre un folio.

Las vestimos de gala en la medida de nuestra destreza
—sabiendo que no hay ser humano que cada día
pueda acercarse a lo sublime—,
pero sabiendo también que cada día
la vida puede cogerle de la mano a la hermosura.

Y en ello estamos,
desenterrando la belleza,
tratando de acercar hasta la hoja
la realidad con su fiesta de matices,
lo que viviste, lo que vivieron, lo que vivimos.

Y mientras eso pase,
mientras gastemos el poco tiempo que nos queda cuidando esto,
nadie podrá decir que la violamos,
que profanamos su nombre,
que manchamos el pasado que la sostuvo.

Porque, con mayor o menor acierto,
muchos de nosotros no hacemos otra cosa
que pensar en ella como lo que es:
la mujer más hermosa

que nunca antes pasó por nuestras vidas.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

La poesía no está en el que la escribe, sino en la experiencia del que lee...
La poesía no está en ningún libro, sino en la vivencia que se evoca...
La poesía no se compra, ni se vende, ni se cambia, sólo lo hace la llave, negro sobre blanco, que abre el corazón hacia la vida.

Gracias, cerrajero.

Anónimo dijo...

http://lasseisletras.blogspot.es/

Anónimo dijo...

Mucha basura en las calles, igual hasta contribuyo, no soy escritor y solo vomito. La gente lee mierdas y se agarra a un salvavidas como esos de la tele. La mierda vende envuelta en papel y disfrazada con olores a divino. Ces't la vie, al menos la de ahora; al que le queden dos dedos libres, que vomite por placer a la lectura. Lo que escribes tú, me gusta. Saludos.

Soldadito Marinero dijo...

Interesante! es que no se va a salvar nada? Un abrazo

Óscar Sejas dijo...

Tal vez la estemos violando a veces, otras sin embargo, cuidamos porque no se olvide y los que vengan detrás sigan teniendo ganas de juntar palabras.

Dice la RAE que la poesía es la manifestación de la belleza o del sentimiento estético por medio de la palabra. Siendo así, mejor que el mundo esté lleno de belleza, cada cuál como mejor pueda o sepa crearla, a que lo único que tengamos sea dolor y sangre.

También dicen que la belleza está en los ojos del que observa y para gustos...

Salud!!