Hoy los llamé a todos para
saber qué hacían ese día.
Mi padre, enfermo de gripe,
envuelto en su crisálida de mantas
no acudió a trabajar
y miraba las noticias callado
como un libro es una estantería.
Mi madre leía las desgracias diarias
en la habitual prensa matinal del bar
y empapaba su incredulidad
en el café con churros de cada mañana
cuando se enteró de todo.
Mi hermano no daba abasto en la unidad
de hematología del 12 de Octubre,
corría como un ángel triste
sabiendo que de esos momentos frágiles
dependía la vida de muchos otros ángeles.
María, mi novia, sabía que no pasaba nada
pero rastreo en su móvil mi descanso.
Mi amiga Emma desde México enviaba mensajes a
ráfagas,
preguntaba por nuestras sombras.
Dani el poeta colgó su alma y su pregunta en
un SMS,
quería saber que todos estábamos bien.
Yo me despertaba y sentía un escalofrío sin
nombre
el preludio de varios meses de estupor.
No llamé a nadie. No dije nada.
Me senté a ver, a leer cifras macabras en la
pantalla.
Todo el mundo sabe que hacía aquella maldita
mañana,
aquel 11 de Marzo de 2004.
4 comentarios:
Por desgracia tendemos a recordar siempre los peores momentos y siempre tendemos a tener presente hasta olores y ruidos de esos momentos.
Ese día siempre se nos quedará grabado en nuestra memoria.
Precioso. Seguro que te lo han dicho millones de veces, pero con tus poemas, escritos, como lo quieras llamar, llegar al corazón y por lo para mi, son traducciones de lo que siento y que muchas veces no se expresar. Me gustaría, encantaría, ilusionaría, que te pasases por mi blog. http://smokingourtime.blogspot.com.es/
Si lees alguna entrada ya te hago la ola. Sigue así, no cambies.
Precioso Marwan, con tu permiso lo comparto en mi página de Facebook Huellas en la Memoria,
Un gran abrazo.
Preciosa manera de obrar el milagro de evitar el olvido. Un olvido que no debe existir estos casos....... Yo, ese día seguía las noticias y lloraba mientras un trozo de mi corazón marchaba de mi Barcelona Mediterránea al Madrid de esa desgracia.
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