Al nacer y de muy pequeño,
peluches, terciopelo, pañales suaves, cremas contra las rozaduras, las manos de
una madre. Cuando eres un niño te gusta el plástico y la goma de los juguetes,
colchonetas, balones, pelotas. Cuando uno crece se compra una guitarra o un
piano y le gusta la madera, algo más duro pero con cualidades tiernas, descubre
las tapas duras y las tapas blandas de los libros, de las libretas en las que
escriben las primeras cartas de amor. Al hacerse adulto los materiales cambian
y comienza a importarte el metal, el cemento y ladrillo, demasiado duros como
para que entre la ternura, la responsabilidad es una manojo de llaves del
coche, de casa, del trabajo, del buzón,… ¿Cómo se van endureciendo los
materiales? ¿se van endureciendo igual que los hombres? ¿No sería maravilloso
quedar con tus amigos y tirarte con balones de goma sobre un montón de
colchonetas? ¿No sería mejor dejar las hipotecas y volver a las guitarras? ¿No
sería mejor recuperar algunos de tus viejos sueños? Desde luego que sería mejor.
13 comentarios:
Nunca me lo hubiera planteado así pero tienes mucha razón! :)
Cuanta razón...siempre debemos seguir soñando...y sacar el niñ@ que llevamos dentro... :)
Pues sí, desde luego que no estaría nada mal.
Claro que sería mejor todo eso pero, ¿Es posible? Yo creo que si. El problema es que mucha gente no piensa igual. La sensibilidad es algo que no debemos olvidar y que de vez en cuando no viene nada mal mostrarla, consigue mejorar el mundo. Con la sensibilidad propia de un niño, esa que todos hemos tenido y que no todos conservamos, podremos recuperar algunos viejos sueños, revivirlos. Quiero creer eso.
Tienes toda la razón... yo he dejado atrás mi hipóteca, aunque por desgracia todavía me persiguen muchos fantasmas relacionados con áquello de los que no sé si algún día me podré librar. Nunca fui buena en música, pero he retomado la poesía y en un día tan extremedamente díficil como hoy leerte ha sido un gran bálsamo. Gracias. Un abrazo.
El día que uno deje de perseguir sueños y de sentir la imperiosa necesidad de dar una patada a un balón que llega rodando estará acabado.
Personalmente creo que la dureza va más en uno mismo que en lo que nos rodea... no perder la ternura es algo que se va complicando porque la vida nos va poniendo trampas... lo fácil es esconderla, para que nada te lastime, para que no duela... lo complicado es seguir creyendo en la ternura cuando el banco y sus números rojos te dan de hostias mientras duermes... pero se puede... no dejando que tu vida sean solo números, o materiales duros... escondiendo la cabeza entre los pliegues de un buen sueño, o dejándose arropar por el calor tibio de un buen acorde... lo importante como creo que ocurre siempre, no rendirse... y seguir luchando porque los años no nos pasen por encima, sino que nos dejen seguir siendo críos jugando sobre unas colchonetas... y sobre todo, porque no dejemos nunca de sentir... si no, estamos jodidos...
Pero eh, que sueno chunga y todo... que me gusta mucho el texto, eh??? jajajaja... es que soy respondona y con mal caracter, ya sabes... jajajaja
pasarse el dia sin preocupaciones..
a nuestra edad eso , ahora es imposible
Chapó!
Y la piel? Hay mayores que preferimos la piel, como material y como fuente de calor.
Un abrazo enorme, Rizos.
carmen.-
Y la piel? Hay mayores que preferimos la piel, como material y como fuente de calor.
Un abrazo enorme, Rizos.
carmen.-
Guau, me encantó :)
P.
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