12 ago 2010

Otras 2 columnas para el DIARIO DE ALMERIA

Las matemáticas me matan

Llevo mucho tiempo pensando en quién tuvo la culpa y ya comienzo a entenderlo: las matemáticas tuvieron la culpa de todo lo que nos pasó. Si nunca nos salieron las cuentas no fue por nuestra culpa sino por los caprichos de los números al cruzar nuestra existencia. Cada 2 por 3 nos empeñábamos en dejarnos a medias, como un quebrado. Yo sólo trataba de sumarle a nuestro colchón algunos suspiros pero eso es algo que no funciona si le restas importancia a los sentimientos. El 69 no era un múltiplo de los mejores días y al final fue imposible. Yo me empeñaba en llevarte flores 9 días por semana y sólo daba contigo cada 30 de febrero. El denominador común de nuestra relación fueron los malentendidos al cuadrado y las probabilidades de fracaso cada vez mayores. Así que lo dejaré aquí, dejaré ya esta columna porque me temo que no hay teorema que pueda dar solución al problema que hay entre tú y yo, hay demasiadas variables.

Crisis

Hace unos años Joaquín Guzmán, director del programa La Gramola de M-80, me dijo que estaba en crisis. Tanta información y tantos intereses en los diferentes medios de comunicación hacía que ya no se creyera nada de las noticias que nos llegan. Algo parecido me pasa con las relaciones amorosas. En ocasiones van tan rápido, son tan cambiantes y tienen tanto de manipulación y tan poco de transparencia que a veces lo más sensato es no creer en ellas. Además este exceso de información en los medios de comunicación nos ha conducido a una actitud horrible: nos hemos inmunizado ante el dolor. Uno acaba acostumbrándose a todo. Masticamos un filete tranquilamente mientras vemos cuerpos destrozados, niños famélicos, casas derrumbadas... Igual pasa en las relaciones. En ocasiones, uno acaba acostumbrándose a todo y ve como normal ciertas barbaridades, nos perdemos el respeto y acabamos conformándonos con despojos. Qué triste.

12 comentarios:

Ananita87 dijo...

Mientras seamos conscientes de esas barbaridades, aun queda esperanza.
Hace unas semanas ofreciendo un curso a un grupo de jóvenes sentí lo dificil que es avanzar hacia los buenos sentimientos cuando tu entorno acepta los malos como normales. Se retroalimentaban unos a otros: ojo por ojo y diente por diente.

Me sentí afortunada y culpable a la vez. Supongo que decepcionada.

No podemos amar a una persona si no hemos sabido querer y respetar a los demás. El amor es uno, solo que se condimenta con diferentes especias según la situación.

Un abrazo inmenso, y gracias por sumar dos columnas más de esa calidad a nuestras vidas. Al fin y al cabo, no se te dan tan mal las matemáticas con otros de tus amores...

Quijo - Meli Polo Fdez dijo...

Cierto, triste pero muy cierto..Estamos tan acostumbrados a que las cosas vayan mal, salgan rápido o nada, nos contagiamos con historias cotidianas que acabamos viendo como normales,...y nos acabamos conformando...y ese conformismo es lo que acaba por matarnos.

.oO(MaryAna) dijo...

Primero agradecerte por lo que escribís, es el estilo que me gusta: el realista y siempre me siento identificada...

Al principio de las relaciones tratas de agradar a la otra persona y atraerla a tu red aunque sea con mentiras y cuando salta la realidad, que más tarde o más temprano cae, es cuando vienen los problemas...

Los primeros meses son flores en cada esquina y besos en cada farola... luego llega la calma y es ahí donde nos damos cuenta si estamos hecho el uno para el otro... lo malo es que en pocas ocasiones se llega a ese punto, al momento en que se quita el tupido velo...

Jessica dijo...

Bueno, como dice tu amigo Luís Ramiro: "siempre fui de letras, así son las cosas..." Así que es mucho más bonito ver la vida de manera más literaria, con la pasión de una novela del siglo XVIII. Las matemáticas... las matemáticas sólo nos recuerdan lo frío de la vida, cada vez estoy más segura de ello. Los cálculos a veces llevan a un mal resultado, a una precipitación que nos empuja al hastío.

En fin, un besito muy fuerte, Marwan! :)

Anónimo dijo...

EN REF. A CRISIS:
HOY POR HOY ES MAS FÁCIL NO DECIR LAS COSAS Y DARLAS POR ECHAS, REINANDO LA AMBIGÜEDAD ALREDEDOR DE LO QUE UNO CREE, DESEA O PIENSA QUE DEBERÍA SER...PERO CUANDO UNO INTENTA EXPLICAR ALGO O PEDIR UNA EXPLICACIÓN, SE ENCUE...NTRA CON LA REALIDAD QUE LA OTRA PERSONA ESTA VIVIENDO.......Y ES UNA REALIDAD EN LA QUE ES MAS FÁCIL DECIR, ME LAVO LAS MANOS Y NO TENGO NADA QUE VER CON ESTO... NO PROMETÍ NADA A CAMBIO.

SI FUÉRAMOS MAS VALIENTES PARA DECIR LO QUE PENSAMOS , SENTIMOS Y DESEAMOS CARA A CARA......LAS COSAS ESTARÍAN CLARAS Y NADIE PENSARÍA LO QUE NO ES, POR AMBAS PARTES. NO CREO QUE SEA UNA CUESTIÓN DE COSTUMBRE........MAS BIEN DE COMODIDAD; ES MAS FÁCIL NO ENFRENTARSE AL MIEDO QUE DA EL RECHAZO Y POR SUPUESTO (Y ESTO ES MUY TRISTE, MUY PROBABLEMENTE UNO DE LOS MOTIVOS ES EL QUE TU COMENTAS), HOY POR HOY TAMBIÉN DA MIEDO SER BUENO CON ALGUIEN POR MIEDO A QUEDAR COMO UN IDIOTA.

RESUMIENDO....SI SER BUENO, IMPLICA SER SINCERO Y SER SINCERO IMPLICA SER VALIENTE............HOY DÍA VIVIMOS EN EL REINO DE LA MALDAD, LA FALSEDAD Y LA COBARDÍA.

PERO NO DEBEMOS PERDER LA ESPERANZA, PUES AUN QUEDAMOS ALGUNOS IDIOTAS, LOC@S Y TEMERARIOS...

PD: DEBERÍAMOS DE CREAR UN CLUB. ME HA GUSTADO TU COLUMNA, DA UN PUNTO DE VISTA SOBRE EL QUE PENSAR.

Anónimo dijo...

pero vaya parrafadas que suelta la gente.

genial los textos Marwan, aunque sabes hacerlo mejor.

S.Love

S.Palma dijo...

Asi...uno enamora a cualquiera. Congratulations por las canciones y por el blog y por todo. Un placer leerte, de verdad.

Anónimo dijo...

Pues sí, qué triste..

Mercedes dijo...

Cuando en una relación se mide, se cuenta y se analiza me temo que ya se dejó de amar.

Tus dos textos me han encantado. Tienen esa magia especial de las frases con alma... se hacen imprescindibles.
:)

Anónimo dijo...

S.Love es la guay q firma anonima...

Anónimo dijo...

"S.Love es la guay q firma anonima..."

emmm, no, no siempre soy yo, por esa regla tú serías yo!


S.Love ;)

La Reina Lectora dijo...

No sabía que tenías blog. Me quedaré por aquí, leyéndote.