a veces me sentía vacío como un cuerpo sin propietario,
como un nombre sin un objeto al que aludir
y otras, en cambio, la alegría aparecía y me limpiaba los zapatos.
A veces era un pájaro sin domicilio
y otras una convención de palomas
dándose un festín en los bancos del parque.
Fue una playa inacabable
y también un paisaje
en el que la amargura
cazaba a sus anchas.
No sé, la adolescencia me parece el título de una película
en la no iban tan mal las cosas
pero con un protagonista equivocado.
2 comentarios:
Me encanta leerte.
Un saludo
dejare esto por aquí...
http://vida-de-letras-muerte-de-amor.blogspot.mx/
no puedo esperar más para escuchar todas las canciones nuevas!
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