30 jul 2013

Coca-Cola con hielo


He pedido una Coca-Cola con hielo en una terraza al sol. Me la bebo de un trago y me imagino que lo que acabo de hacer se parece un poco a la dicha, que aunque intentas disfrutarla a largo plazo tiende a ser demasiado breve y, además, también te deja algo de picor por dentro. Entonces pienso en lo que estoy pensando y me sonrío pensando en cómo he podido hacer semejante paralelismo. Vuelvo al vaso. Un sol antidemocrático embiste contra el hielo imponiendo su ley, sin tregua, transformándolo primero en canica y después en un líquido parduzco. A veces también tengo la sensación de que eso es lo que pasa con todo extremismo (en este caso la dictadura del sol), que no deja a las cosas mantener sus propiedades y arrasa con toda oposición que se encuentra imponiendo su criterio. Necesitamos gente que sepa mantener vivo el hielo, gente capaz de caminar sobre toda la paleta de grises, que no vean el cuadro (o el mundo) blanco o negro, porque solo ellos comprenderán a quien tengan enfrenten. El extremismo nos llena de dogmas y eso te convierte en tuerto o en un vidente invertido, capaz de ver solo lo propio, incapaz de contemplar lo ajeno. Si hay dogmas, puntos de partida inquebrantables, han de ser lo más humanos posibles, lo más igualitarios, solidarios y democráticos posibles. Decía Ortega que las ideas se tienen y las creencias nos tienen. El dogma nos embauca la razón, la tira por el suelo como una casa de paja, olvida los matices. Tras este ejercicio imaginativo regreso a mi Coca-Cola y me vuelvo a sonreír pensando de nuevo en cómo he podido llegar a este extraño pensamiento a raíz de tres cubitos de hielo. Pido la cuenta. Uno con cincuenta. Dejo veinte céntimos de propina y me voy caminando, pensando, como casi siempre, en ti.

8 comentarios:

Soñadora compulsiva dijo...

Un placer abandonar por un instante a Neruda, Salinas y Hernández para leerte a ti, Marwan. Un placer haberte descubierto....a ti y a tus sentimientos. Nunca dejes de escribir, te hace un ser realmente especial.

Marisa dijo...

Decía Kant, que pensar por sí mismo significa buscar la suprema piedra de toque de la verdad en sí mismo (esto es, en la propia razón); piedra o cubitos de hielo…tamborileo los dedos sobre el teclado, sonrío y pienso…

cristal00k dijo...

Por el momento, me tienes without words... y con tu permiso, me guardo tu enlace.

Sigo leyendo.

candela dijo...

Pensar, pensar...

Besos

Unknown dijo...

MARAVILLOSO Y HE CREADO ALGO PARA USTEd! INSPIRADO EN COCA COLA Y USTED! PASE A MI PERFIL Y ESPERO LE GUSTE.. SALUDOS DESDE MEXICO

Carmen Quinteiro dijo...

Acabo de encontrarme con tus textos y me he sentido como cuando era niña y me entretenía levantando piedras para sorprenderme con bichos fascinantes...
Me ha gustado mucho lo que he leído. Te guardaré en mi caja para especies escogidas y vendré de cuando en vez para ver si sigues pataleando ;)

Anónimo dijo...

Sere el unico chico que deja un comentario a tus pensamientos...de ahi mi anonimato...no soy de derechas o de izquierdas, soy del mundo, soy social, soy humano, soy cuerdo, soy libre, soy del projimo y del de mas alla, soy como tu e igual que tu, ni mas...ni menos, soy otro ser humano que se mueve en este mundo con sus preocupaciones, sus miedos y sus aspiraciones, soy aquel que se cruza contigo, soy aquel que si sufres se acerca, soy aquel que si puede te echa una mano sin esperar nada a cambio...somos mas de lo que parece...pero el problema es que somos silenciosos.

Anónimo dijo...

Me encanta todo pero sobre todo el final es magnifico sigue asi