5 jul 2013

Aquella nube negra


Todas las vueltas que di, todas las cosas que hice adrede para no encontrarme, para no tener que responder a aquella pregunta: ¿la quieres? La quise, respondí cuando ya no hubo más remedio, y me fui caminando con aquella mentira gigante cruzando como una nube negra sobre mi cabeza. 

5 comentarios:

María dijo...

Jo, feíto... Es brutal.
Mu-á
M.

Irene, dijo...

Lo bueno de las nubes negras es que se descargan y desaparecen.

http://www.azucarycenizas.blogspot.com.es

Towanda dijo...

.

Hacía mucho tiempo que no pasaba por aquí y me alegra ver que sigues desnudando el alma en cada poema que publicas.

Gracias por seguir!

Un fuerte abrazo

Finis mundi. dijo...

Brutal. En todos los sentidos.

daniela dijo...

Me encantó!