22 jun 2008

El regreso

Lo peor es la hora del regreso
el sabor a metal de la despedida
dejarte en Salamanca
que me dejes en Madrid.

Subir al autobús y de golpe
retomar las responsabilidades
los compromisos por cumplir
volver a tener en cuenta al tiempo
casi naufragando entre el ruido del motor
y los auriculares del hilo musical de ese autobús.
La única luna que se ve
es el cristal escarchado que tengo por compañero,
pues hoy me tocó ventana.

De nuevo buscar la alegría
en nuestra complicidad
a pesar de la distancia
mientras recuerdo los besos en el frío
el bolsillo que comparten nuestras manos
todo lo que una sola noche puede dar de si.

Otra vez en Madrid
o en Salamanca
sin entender bien
cómo es posible
ser tan felizechando tanto de menos.

11 comentarios:

Anónimo dijo...

... cómo decirte .... vaya destape te estás pegando, Marw .... :D .... ole!



muuuuaaakk

Luis Cano Ruiz dijo...

Me quitó el sombrero ante usted.

Señor, su vida no ha dado lo mejor todavía.

Enhorabuena por el disco y a cumplir los sueños.

eva dijo...

el regreso, como entiendo esa letra, cada vez que mi chico y yo nos despedíamos, y ahora que estamos juntos como echo de menos cada vez que me despido de mi familia. Besos

Yem Goizueta dijo...

Vaya, últimamente no dejamos de ver cosas perfectas por aquí....se ve que salen de donde tienen que salir...

Lore* dijo...

muchos de despedidas han hecho que hasta le tenga cariño a esa sensación, extraña, triste, y feliz, por echar de menos a alguien que quieres más que a ti mismo.

me encanta :D

Anónimo dijo...

Un día de estos, la que regresa soy yo... que ya me vale...

Un abrazo

Bea

Caro! dijo...

Un día a principios de junio, ya casi perdido en los recovecos de mi cerebro, me reparto entre los practicos en el hospital y la maldita clase en la facultad y el día sólo mejora cuando pienso en que esa noche Javier Bergia cantara para mi. Así que 12 horas más tarde y unas cuantas cuadras más abajo aparece el teatro y confirmo que esa noche no puede ser mejor. Y mientras espero que F… aparezca escucho a alguien decir: pero cómo, todavía no escuchaste a… y mis sordos oídos sólo llegaron a descifrar tu nombre incompleto.
Esta semana, tal vez haya sido el lunes, entre canción y canción se cuela este recuerdo, entonces me doy una vuelta por el Templo de las borracheras y se devela el misterio… Marwan.
Leí las letras de tus canciones, pero sólo pude escuchar Meninos da rua, así que te pregunto: ¿cómo consigo Trapecista en Buenos Aires?
Me encanta tú blog.

carmen moreno dijo...

Ya sabe de mi admiración, caballero Marwan. Me ha gustado lo que he leído. En algún momento, nos sentaremos a ver qué vamos haciendo.

Besos desde el Sur.

berenice dijo...

lo peor..

spes dijo...

Si es que la distancia no tiene nada que ver con los kilómetros, por suerte aún podemos volar de un lugar a otro simplemente con el recuerdo o la imaginación.
Un regreso no es más que poner otra vez en marcha el tiempo que falta para volver a ver a quien se ama.

bonita entrada.

Anónimo dijo...

hoy de nuevo me he quedado en salamanca y el se ha vuelto a madrid..